Entrevista a la directora general de la Dirección General de Cine (DGCINE), Yvette Marichal, por el diario La Nación, Costa Rica, en el marco de la Muestra de Cine Dominicano, celebrada el pasado 6 de febrero en este país.
Una soñada Ley de Cine, con notorios beneficios fiscales para productores nacionales e internacionales, logró la hazaña.
La Ley de Cine convirtió al país en un lugar idóneo para que sus talentos locales se animaran a contar una diversidad de historias en la pantalla. También animó a diferentes producciones hollywoodenses a anclarse en sus lindas costas.
Solo en el 2016, República Dominicana reportó un ingreso de $57 millones por inversión audiovisual extranjera.
Nuestra Ley de Cine está en función desde el año 2011, y estamos iniciando el séptimo año de haberla puesto en práctica.
Yo tengo cuatro años dirigiendo la DGCINE, que básicamente se encarga del funcionamiento del cine nacional e internacional en nuestro país.
Pasar de rodar de dos películas al año a 34, lo que deja en evidencia el crecimiento que ha existido.
Además, el país cuenta con estudios de filmación clase A, como el Pinewood, el estudio más grande de todo el Caribe.
En el Pinewood Dominican Republic Studios se han filmado cintas de Paramount Pictures como XXX, con Vin Diesel, y la película de Netflix, True Memoirs of an International Assassin, con Kevin James y Andy García; ambas cintas fueron filmadas en el 2016.
En este estudio también se han filmado otras producciones, como reality shows, series de televisión, videoclips y documentales.
Logramos que la inversión extranjera fuese de $52 millones en el 2016. En el 2017 no tuvimos grandes producciones, pero continuaron los reality shows, con un aporte de más de $25 millones.
En República Dominicana el apoyo al cine nacional y servir de locación fílmica extranjera se dan la mano. Una cosa paga por la otra.
Me explico: lo que invertimos en cine nacional ha sido inferior a lo que hemos percibido vía inversión extranjera.
En cuanto a cuotas de pantalla, tengo que decir que República Dominicana es líder en el tema.
En Latinoamérica estamos por encima de Brasil, que está de número dos, seguido de España.
Nuestra cuota de pantalla es de un 26%, lo que se traduce en unas 20 películas acompañadas de 180 internacionales.
No, no existe obligación.
Desde que hay cine en mi país, el dominicano siempre lo ha apoyado. Por eso nunca nos hemos visto en la necesidad de obligar a que exista una cuota de pantalla por obligación; se da de manera natural.
Desde el año 2013, que es desde cuando tenemos estadísticas, en el top 20 de películas, siete son dominicanas.
Entre dos y tres meses. En mi país se consume más cine nacional que internacional.
Para empezar son películas de carácter comercial, protagonizadas por figuras icónicas y muy populares de nuestro país.
Lamentablemente las películas de autor o cine independiente no tienen el mismo éxito.
Además, claro, tiene que ver el trabajo que venimos haciendo de apreciación de cine. Para elevarlo, venimos haciendo esfuerzos año tras año.
Si fuera así, sería muy complicado sobrevivir sino fuera a través de créditos fiscales y apoyo empresarial. La industria no sobrevive si no se vislumbra un retorno.
Incluso, yo confieso, que a pesar de ese apoyo en salas y las cuotas de pantalla, la mayoría de películas en mi país no perciben el monto invertido en ellas.
Si hablamos de que siete películas dominicanas están en el top 20, significa que el resto de producciones de mi país se está quedado fuera.
Sin el apoyo fiscal, simplemente no existiría la industria del cine en República Dominicana y, a la fecha, seguiríamos haciendo dos películas al año. Sería imposible, no hubiéramos avanzado.
Para el empresario que aporta al cine nacional, se trata de un 100% de retorno. El empresario lo reduce del pago de sus impuestos, por todo el dinero que aportó a la industria del cine.
A nivel internacional, es un 25% en un crédito fiscal transferible. Esa exención es más o menos como anda el mercado, en unos países es más porcentaje, en otros menos.
Definitivamente. La única razón por la que vienen producciones internacionales a mi país es porque existe un atractivo.
En el 2016, de 55 proyectos audiovisuales, solo siete acudieron al crédito fiscal, pero fueron las producciones que tuvieron más valor e invirtieron más dinero en el país.
Tenemos que recordar que en Estados Unidos prefieren ir a países como Canadá o Puerto Rico a filmar. Para que vengan a países en donde hablan otro idioma, y son de alguna manera desconocidos, tiene que existir un atractivo.
El gasto fue en cast y crew local, hoteles, restaurantes, transporte y todo lo que conllevó la producción. Literalmente, todo fue gastado en la República Dominicana.
Siempre en el área cultural existen detractores, dentro y fuera del ámbito gubernamental.
Sobre la ley de incentivos fiscales, para los recaudadores es un tema. Para ellos cualquier dinero que tienen que entregar es un sacrificio, en vez de medir el beneficio que aporta al acervo del país.
Además, no miden que las exenciones fiscales para la industria audiovisual es apenas de un 0.2% de lo otorgado a otras industrias en un año.
Para cubrir ese porcentaje, solo se necesita un día de recaudación en impuestos internos. Es decir, que 365 días de cine es lo equivalente a un día de recaudación.
Que algunas personas hacen un mal uso de esos beneficios y no es bueno. En ese sentido, tenemos que educar.
Fuente: La Nación